Tratamiento

Una vez desprendida la retina el tratamiento siempre es quirúrgico, si no se trata se pierde la visión de forma irrecuperable.

Los objetivos del tratamiento son cerrar las roturas que puedan encontrarse en la retina  y colocarla nuevamente en su posición normal.

La mayoría de las operaciones de reparación de un desprendimiento de retina son urgentes.

 Si se encuentran orificios o rupturas en la retina antes de que esta se desprenda, se pueden cerrar los orificios usando un láser. Este procedimiento casi siempre se lleva a cabo en el consultorio.

Si la retina apenas ha comenzado a separarse, se puede realizar un procedimiento llamado retinopexia neumática para repararla y consiste en colocar una burbuja de gas dentro del ojo de forma que esto empuje la retina de nuevo a su lugar.

Los desprendimientos de retina graves requieren de una cirugía más avanzada, como las siguientes:

1. El método de cierre escleral, consiste en colocar una pequeña banda de silicón en el exterior del ojo, esta banda  dobla la pared del ojo hacia adentro, reduciendo la tracción y permitiendo que la retina se vuelva a unir a la parte posterior del ojo.

2. Vitrectomía, utiliza dispositivos muy pequeños dentro del ojo para liberar tensión sobre la retina. Consiste en extraer el fluido gelatinoso de la parte interna del ojo (Humor Vítreo) y remplazarlo con aceite transparente de silicón para empujar la retina desprendida hacia su posición normal.

El éxito de la cirugía depende de muchos factores como la ubicación del desprendimiento, la causa y la extensión, pero lo más importante es acudir de forma inmediata al oftalmólogo especializado en retina  al tener alguno de los síntomas para aumentar las probabilidades de éxito de recuperación de la visión.

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